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Una amistad de 30 años

Fotografía: Clara Carrasco

En el año 92 Sevilla vivía la efervescencia de la Expo Universal y los sevillanos se atrevían a todo, se sentían el centro del mundo. Varios amigos decidieron hacer un grupo de música para cantar a su manera, para seguir disfrutando siempre de aquel maravilloso momento que vivían.

Con un pequeño documental cargado de sentimientos que narraba su historia se presentaban Siempre Así en la Casa Colón, 16 discos después, después de un millón de copias vendidas y más de mil conciertos en España e Iberoamérica. 30 años después.

“Recorrieron medio mundo, la vida siempre fue generosa con ellos, el amor de unos amigos cantando. Un solo deseo, el mismo de siempre, que sigamos siempre juntos, que sigamos siempre así”.

“En esa época en la que éramos unos niños, nunca pensábamos que íbamos a llenar un teatro, pero queríamos que nuestro espíritu y nuestra amistad debería seguir siendo siempre así”.

Las primeras de las muchas palabras que en la noche pronunciaba Rafa Almarcha, el encargado de los siete de ir hablando y comentando con el público cómo iba la noche. Y lo hizo después de arrancar un concierto de dos horas con uno de sus temas más destacados. Siempre Así.

“Buenas Noches Huelva, muy buenas noches. No sabéis lo que significa para nosotros que haya estado todo vendido desde hacía tiempo. Nosotros a Huelva la sentimos nuestra y que esto esté lleno nos arrebata el corazón, gracias. No solemos cantar ya esas canciones pero hoy lo haremos recordando ese disco de hace 30 años. Estáis muy a gusto ahí sentados pero vamos a bailar de vez en cuando y nadie se va a enfadar porque nos levantemos y bailemos”.

Tampoco hacía falta tocarle mucho las palmas a un público entregado que se sabía las letras de todas las canciones y que aguantó por pudor un par de temas antes de levantarse y empezar a bailar sin medida con Qué será de mí.

Luego vendría Surtido Romántico, “una pequeña lección de literatura de poemas de nuestros poetas románticos del siglo XIX como Bécquer o Espronceda. Las grandes canciones de la historia siempre hablan de amor”. Y llegaba Alguien,porque a todos nos ha cambiado la vida alguien”, explicaba Rafa Almarcha.

Que iba a ser una gran fiesta nadie lo dudaba ya a estas alturas de la noche. Se iba a cantar, a bailar, a reír y a celebrar. “Y la mayor celebración del amor es una boda y hemos estado en bodas muy sonadas”. Y pusieron fotos de sus bodas. Entonces, apareció Jorge Cadaval para mandarnos un mensaje.

Caracterizado como la Duquesa de Alba les recordó lo bien que se lo pasaron en su boda y les pidió una sevillana. Y así cantaron las sevillanas de los Marismeños, Tierra de Huelva y Blanca y Azul de “Juan, Emilio, Paco y Antonio, nuestros ídolos”.

Siempre Así hizo durante toda la noche continuas referencias a Huelva, una tierra con la que se identifica el grupo sevillano, una tierra a la que quieren y conocen de siempre y a la que también querían rendir un homenaje por tantos y tantos años de cariño de sus fans onubenses. Ellos, les respondieron echándose a bailar sevillanas en los pasillos, en los laterales de la Casa Colón, delante de sus asientos…

También se acordaron de los que ya no están, como del genial Diego Pantoja del que recordaron sus intervenciones en algunos de sus discos, en un concierto con muchos detalles creados expresamente para Huelva como con la canción Chicas Salvajes nombrando a muchos pueblos onubenses, mezclándose entre el público.

Tras Venecia sin ti, llegó uno de los grandes momentos de la noche, por no decir que toda la noche fue un gran momento. Lo voy a dividir fue de las canciones más ovacionadas, más cantadas, y parte del público decidió que ya no se iba a sentar más en sus butacas y se iba a entregar a la fiesta. Tú serás mi amanecer y Esa mujer “dedicada a las mujeres de Huelva” siguieron por ese camino.

Llegó la hora de hablar los niños, como aquellos amigos a los que vas a su casa y te enseñan el álbum de fotos, ellos mostraron lo que es Siempre Así 30 años después, y empezaron a hablarnos de sus hijos, mostraron una imagen de todos juntos y cantaron una de esas canciones que hicieron en un disco para los más pequeños. Hasta eso bailó el público. Lo importante era pasárselo bien entre amigos.

Y si para entonces quedaba alguien más tímido en el público que todavía estaba sentado en sus asientos, se levantó para cantar, bailar y disfrutar con Se te nota en la mirada, toda la Casa Colón en pie sin excepción. La voz del público superaba a la del grupo, no hacía falta animar para que cantaran, “¡Qué bonito Huelva!”.

Apareció en la pantalla César Cadaval, muy vinculado al grupo que cantó Sevilla tiene un color especial, coreada por el público que ovacionó la terminación “Huelva tiene un color especial”.

Llamaron por su nombre a muchas personas de la platea, los que habían venido de Bilbao, los que se habían jubilado y se habían regalado el concierto… hasta agradecieron al Obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, su presencia en el concierto. Como ven, no faltó nadie.

Sonaron los últimos temas dedicados a los amigos de Huelva, el inevitable Si los hombres han llegado hasta la luna, hasta llegar a la despedida de esta fiesta multitudinaria.

No les hubieran dejado irse en toda la noche. Las palmas por Huelva les invitaban a salir, y salieron, la fiesta continuaba… una fiesta que dura ya 30 años.