Texto: María Fernández Fotografías: Clara Carrasco
En pleno corazón de Huelva se encuentra un rincón plagado de encanto y singularidad a partes iguales. Su propia ubicación ya lo hace especial. Y es que si vas paseando por la calle Concepción, acuérdate de levantar la vista para descubrir este espacio único para los amantes de la moda. Verás un balcón con maniquíes asomándose a la arteria principal de la capital. Pero tras ellos te esperará Raquel Rúa, una onubense cuyo carisma y estilo propio enamoran desde el primer instante.

Aunque ella es la cara visible, detrás de Defaylaru y Serendipia por Dios también está el polifacético artista Jesús de Fariña. Juntos crean el tándem perfecto. Dos onubenses creativos enamorados de la moda y el diseño a medida dispuestos a ofrecer un nuevo concepto de estilismo con el sello de Huelva.
Raquel Rúa nació en la capital y se crio entre la Calle La Palma, las Colonias y el Centro. Estudió en el Colegio Francés y desde pequeña siempre ha tenido claro que eso de crear era lo suyo. Creció entre patrones e hilos junto a su madre y es por eso que la pasión por la moda la ha acompañado desde muy temprana edad.
“Mi madre y mi abuela en casa solían coser y hacernos la ropa porque les gustaba mucho. Por eso yo siempre he querido dedicarme al mundo de la moda. De hecho, la primera vez que trabajé fue en una tienda de ropa. Una boutique pequeñita que había en el centro. Tenía unos 16 años, incluso me tuvieron que dar permiso mis padres por mi edad, y aunque no estuve mucho tiempo, me sirvió mucho de aprendizaje. Fue mi primer contacto con el cliente”, cuenta.

Poco después, tras pasar unas pruebas de selección, se incorporó a la multinacional de Adolfo Domínguez en Huelva, donde ocupó el puesto de directiva durante nueve años.
“Los procesos de selección eran muy complicados y conseguí ser directora de la tienda en Huelva, antiguamente ubicada en la Avenida Portugal. Ahí ya empecé incluso a introducirme en el mundo de los patrones y las costuras, además de que las colecciones cambiaban cada cuatro meses. Vi mucho y obtuve una formación muy grande, desde la atención, a conocer mejor los tejidos, las características de las prendas, a saber qué sienta mejor según la forma del cuerpo de la mujer…estaba encantada. Era mi vocación”, explica.
Tras finalizar su etapa en Adolfo Domínguez, quiso redirigir su camino, pero siempre con la moda como pilar fundamental. Fue así cuando, junto al onubense Jesús de Fariña decidió crear las dos marcas de moda Defaylaru y Serendipia por Dios.

“Empezamos con las guayaberas de hombre. Teníamos claro que queríamos un tejido cien por cien natural y nos decantamos por el ramio y el lino, que no son tejidos fáciles pero caen bastante bien. Además son atemporales. Se van a llevar siempre, por eso decidimos innovar y buscar un elemento diferenciador que identificara a la firma. Así comenzamos diseñando guayaberas a la antigua, de toda la vida, con jaretas de cordón”, asegura.
El objetivo de Raquel y Jesús: Crear hoy cosas del ayer que sirvan para mañana y dotarlos de un estilo propio.
Por eso, desde hace tres años, además de la tienda (que abrió hace cinco), tienen un estudio de diseño y confección en la calle Bocas, con cuatro modistas, desde donde surgen las creaciones. “Jesús y yo lo diseñamos todo. Nos complementamos muy bien. Él es un trabajador incansable y muy creativo. A mí siempre me ha empujado y me ha ayudado a inspirarme”, confiesa.
Creaciones pensadas para cualquier persona, ocasión o evento pero con un elemento distintivo. Dice Raquel que la moda y el estilo nos diferencian en la sociedad. “Te vistes según el círculo en el que te muevas. Yo lo llamo ‘tribus’. Hay tribus clásicas, urbanas, … yo quería crear una tribu con un estilo nuevo e ir progresando en patrones y diseños tanto en hombre como en mujer pero con un sello y un tejido determinado. Que vayas por la calle y que la gente sepa que eso que luces es de Defaylaru”. El tipo y cantidad de tejido, los cortes y la caída atemporales, así como la jareta de cordón son los elementos que definen la marca.

Por otro lado, explica Raquel, “en Serendipia por Dios ya sí trabajamos el tejido que más se lleve en ese momento: tules, satenes… está más centrada en la moda inmediata, además sacamos anualmente una colección original de abrigos para hombres y mujeres”.
Aunque si hay algo que va con las dos líneas de manera transversal y que las define es la atención. “No gusta conectar con el cliente, escucharlo e intentar solucionar una necesidad inmediata que tenga para diseñarle luego, según su estilo y según le favorezca, el diseño más adecuado”, dice la onubense.
Disponen de colección y de prototipos ya hechos para que el cliente vea el tipo de tejido y los cortes, para que, a partir de ahí, el cliente pueda hacerse un look diseñado dependiendo de la ocasión. “Moda en mayúscula y nos adaptamos a la necesidad o el capricho que busque cada persona”.

Unos diseños para cualquier público con un toque de sofisticación y creados con mucho cariño que ya han cautivado a famosos y conocidos. La última, la modelo Marisa Jara o la cantante Lucrecia. Eso sí, Raquel tiene muy claro que ellos visten a famosos todos los días, porque para ella, cada persona que se pone en sus manos y confía en sus diseños es especial. “Para nosotros cualquier persona que ponga el pie en nuestros establecimientos ya es alguien es especial y ya si por decisión propia confía en nuestra forma de entender la moda. Yo me siento una privilegiada porque hacer que alguien compre un diseño tuyo es todo un sueño”, confiesa.

Dice Raquel que conseguir eso desde Huelva, su tierra, es un orgullo. “Aquí entendemos la moda de una manera práctica acorde con el modo de vida en nuestra ciudad, así como con el clima. Por eso, se buscan sobre todo tejidos y prendas atemporales, a las que se les puedan dar uso tanto en primavera como en otoño”.
Eso sí, no hay que olvidar que cada época tiene sus tendencias y Raquel ha aprovechado para dar las claves de moda para este verano: “Se llevan los colores llamativos y los tonos casi fluor, aunque no dejamos de lado los colores clásicos. Colores que se llevan siempre como los blancos, negros, azules, gamas de celestes… los básicos siempre son un acierto y apostamos por ellos”, cuenta.
En Huelva cada vez se respira más moda. Defaylaru y Serendipia por Dios son buena muestra de ello. Onubensismo, creatividad y vanguardia se dan la mano en estas dos firmas que apuntan alto.