Fotografías: Romero Crea
La necesaria manera de concebir el mundo desde la creación y el arte de la mujer. La cantante Soledad Giménez y la escritora Susana Martín Gijón cerraron el ciclo de ‘Encuentros en la Ría’ de este año con una mirada femenina, libre de tendencias y modas, que abre nuevos campos en la cultura. Con sus luces y sus sombras.

La sociedad no ha evolucionado lo suficiente y el camino es largo. Hay excepciones en los que la mujer toma el papel de protagonista en el mundo de la cultura, en espacios, que si bien ya no están vetados como en la antigüedad, siguen sin tener referentes femeninos. “En 40 años que llevo en la música se ha cambiado poco”, reflexionaba Soledad Giménez.

La cantante, desvinculada del grupo Presuntos Implicados hace ya más de tres lustros, habla desde la experiencia de haber vivido la música como protagonista en las cuatro últimas décadas en España. “En los 80 la música fue un soporte importante para el cambio en la sociedad. En los 90 esos grupos nos hicimos profesionales pero desde entones… la hecatombe. Antes vendíamos discos, luego cd’s y al final nada con la piratería y la era digital. Ahora Youtube y Spotify vuelven a recaudar para la industria pero no para los artistas que se han quedado entre dos aguas como el sitio en el que estamos. A veces me gustaría volver a la época del casete y el boli”.
“En el mundo de la música, a la mujer, se le sigue catalogando como cantante y poco más”. Ella superó los clichés, abandonó una banda e inició una carrera en solitario, con una producción musical que controla y en la que echa en falta más mujeres que lideren el cambio.

Susana Martín Gijón es un verso suelto en la literatura española. Una mujer que se adentró en el mundo de la novela negra, uno de los más masculinizados, con modelos tradicionales como Humphrey Bogart en los que la mujer tenía siempre un papel de acompañante.
“Yo he querido contarlo de otra forma, con otras protagonistas en los que la mujer sí tiene un papel principal en el género negro”.
Pero, como todo camino que se abre, necesita un mayor esfuerzo. “Muchas veces reflexiono sobre lo rápido que nos lleva todo y el tiempo que necesita la creación para estar con nosotros mismos”.


“La música es una manera de entender la vida, una visión creativa, combativa y de permanente búsqueda de la belleza pero la música ha pasado a un segundo plano, con una exposición constante de la vida de las artistas. Somos productos y, además, hacemos música”, explica Soledad Giménez.
“Antes los escritores y creadores se encerraban y ahora es imposible. Se necesita parar y pensar para dar lo mejor de ti, no para dar cantidad sino calidad”, concluye Susana Martín Gijón.


Finalizan los actos de ‘Un verano para quedarte’ con su propuesta alternativa de teatro, cine, música en directo, literatura… y acercándose a lugares que normalmente no son protagonistas de la vida cultural de Huelva.
Una forma diferente y necesaria de entender el verano en la ciudad.
