Fotografías: Clara Carrasco
14 años después, Huelva reclamó anoche el lugar que le corresponde en el mundo del caballo. Con el impulso de la Hermandad del Rocío de Huelva, el Ayuntamiento de la capital y la complicidad de la empresa taurina, los onubenses respondieron a la cita en la Plaza de Toros de La Merced, en el marco de unas Fiestas de la Cinta que arrancaban reivindicando una de nuestras señas de identidad.

Huelva respondió con un coso mercedario casi lleno para un fin benéfico. La Huelva a Caballo comenzó a caminar demandando este tipo de eventos que tendrán su continuación, de otra manera, dentro de poco más de un mes en la Feria del Caballo dentro de la programación de la Feria de Otoño de la ciudad.
A nivel nacional, Huelva tiene un papel esencial en el mundo del caballo. Nadie es capaz de llenar sus calles con miles de jinetes cuando salen las hermandades de Huelva y Emigrantes camino al Rocío. El mundo del caballo está ahí y anoche comenzó a reclamar en voz alta el sitio que le corresponde.


Niños de la mano fueron los primeros en salir a la arena recordando que todo este esfuerzo y la recaudación es a beneficio de la Obra Social de la Hermandad de Rocío de Huelva y de su centro de Equinoterapia en el que se utilizan los caballos como soporte terapéutico para menores con alguna discapacidad.
La expectación por un evento que estuvo vivo durante 16 años pero luego se perdió se notaba en el ambiente de la plaza con un público entregado al “animal más bello y noble del mundo”, como se recordaba desde la megafonía.





Se fueron los niños y comenzó a sonar la flauta y el tamboril con un sonido que a todos transportó a la primavera onubense cuando Huelva se va al Rocío. Los carros, los peregrinos con vestidos de gitana y los primeros olés con la exhibición de los enganches rememoró en el imaginario colectivo aquellas estampas que saben a poco sólo una vez en el año.


Las jinetas a la grupa escenificaban esos otros recuerdos de lo que es Huelva a Caballo. Entre semblanzas de nuestra identidad y su vinculación a la aldea almonteña, con el fondo de las voces del Coro de la Hermandad del Rocío de Huelva, se concluía esta primera etapa del camino, se hacía una parada, dando paso a una exhibición ecuestre más clásica.


Huelva disfrutó con la doma clásica y al natural. Un mundo del caballo que es diferente siendo el mismo. Otra forma de expresión. Los seis jóvenes jinetes que dibujaron figuras sobre la arena de La Merced fueron el bello precedente de la doma al natural de Chico Tavira Fernández y su caballo Bienvenido. Un baile a caballo sobre fragmentos de piezas como Lágrimas Negras o La Parrala que permitieron disfrutar en toda su dimensión de la connivencia de jinete y caballo.

Tras lo clásico llegaron otras facetas en las que este animal también es protagonista. Así salieron los garrochistas Miguel Cárdenas Hernández y Francisco Félix González sobre Bienvenido y Fandiño entre fandangos de Huelva. La necesaria labor del caballo en el campo hecha arte.


Y los bellos enganches de feria, auténticas joyas rodantes que portaban a mujeres y hombres con mantillas y sombreros, llenaron de luz y color la Plaza de La Merced. Paseos a caballo, en carruajes, que entre todos hemos conseguido que no se pierdan.

La exhibición de las amazonas Candela Cruz y Cristina Casillas, la doma vaquera de Rafael Arcos González y José Ramón Pérez García o los maratones de competición fueron dejando detalles en un evento en el que también se volcó la provincia con representación de Moguer, Aljaraque, Niebla, Almonte, Lepe, Paymogo, Palos de la Frontera…

14 años después, los onubenses se reencontraron en el mejor marco posible, entre La Merced y la Cinta, donde sigue muy viva la Huelva a Caballo que anoche comenzó a dar muestras de a dónde quiere ir, reivindicando su papel protagonista y principal en todo lo que concierne al “animal más noble y bello del mundo”.