Fotografía: Clara Carrasco
La música como divertimento. Composiciones ligeras, con mucho ritmo, con variaciones constantes de melodías y temas. Piezas desconocidas para el gran público que merecen ser escuchadas y descubiertas. Música alegre, un regalo para los oídos.

Esa fue la propuesta que ayer llevó al Auditorio de la Casa Colón el valenciano Vicente Soler Solano, director de la Banda Municipal de Música de Badajoz que de forma excepcional tomó la batuta de la Banda Sinfónica Municipal de Huelva, en sustitución del habitual Francisco de la Poza, para ofrecer un repertorio distinto.

Numerosos galardones, premios y una trayectoria dilatada para este director, también compositor, que dejó muy buenas sensaciones entre el público onubense que le reconoció el esfuerzo de asumir la dirección puntual de una banda y su interés en que todos disfrutaran con piezas diferentes.


El programa elegido para la ocasión estaba compuesto por seis obras. Andrés Contrabandista de Óscar Navarro; selección de El Príncipe Carnaval de José Serrano; Downey Overture de Óscar Navarro; Sylvia (fantasía) de Leo Delibes; Muralles de Juan-Gonzalo Gómez Deval; y Malaguenya de Barxeta de Azael Tormo Muñoz.

Composiciones variadas, música española, piezas singulares, con muchos cambios de ritmo y melodía, todo ello en temas cortos que hicieron ligera y divertida la velada, con constantes sorpresas.
Destacable el gran esfuerzo que en algunas de las composiciones, por su ritmo, realizó la parte de percusión de la Banda Sinfónica Municipal de Huelva, introduciendo instrumentos nuevos, alternando la ejecución de los mismos para atender la demanda de los temas elegidos.


A la programación oficial se le añadió otras composiciones como regalos musicales, haciendo honor al título de la oferta de la noche, empezando por un divertido mambo, muy agradecido por el público, que exigió de la banda, además de la interpretación, que utilizasen su voz a modo de coro y que se fueran levantando alternativamente en función del protagonismo del momento.


La animada y divertida pieza no sólo hizo disfrutar a la banda sinfónica onubense en su interpretación, sino que terminó de animar a un público que, en no pocas ocasiones durante el concierto bailaba con movimientos de cabeza en sus asientos.



Antes de las interpretaciones finales, Vicente Soler tomó la palabra por primera vez durante el concierto para agradecer al director Francisco de la Poza y a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Huelva su invitación.
Soler aseguró que “lo más importante para mí es haber pasado estos días con estos excelentes profesionales, Huelva tiene que estar orgullosa de tener esta magnífica banda (aplausos). Esta banda, ¿se han dado cuenta cómo suena? yo he hecho poco, si no hubiesen tenido esta calidad el concierto no habría salido así”.
Gracias por el regalo.
