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Con los brazos abiertos

Después de dos años, el Festival de Huelva volvió a recibir a los más pequeños en sus salas de cine. Más de 16.000 escolares pasarán estos días por la Casa Colón o el Gran Teatro para vivir el certamen a su manera, para educarse a través del séptimo arte con secciones como el Cine y Valores, proyecciones del cine infantil y juvenil y, como novedad, con el programa de Jóvenes Comunicadores Cinéfilos.

Un camino que bien conoce María Esteve, la actriz española, uno de los tres miembros del Jurado Oficial de este año del Festival de Huelva que esta mañana junto a Desiree Reyes y Sergio Correa mantenía un encuentro con los medios de comunicación. Muchas horas de cine para elegir a la mejor película iberoamericana que se presenta a esta 48 edición.

Y entre esas candidatas se encuentra Fogareu, ópera prima de la directora de cine brasileña Flávia Neves, una coproducción entre Brasil y Francia que plantea un encuentro entre el pasado colonial y la modernidad que se sitúa en la frontera de lo real y lo imaginario. Brasil fue el último país en abolir la esclavitud, pero la directora piensa “que no ha conseguido superarlo”, reforzado por la ola de “conservadurismo y fascismo” que ha vivido.

Neves ha explicado que dentro del cine brasileño hay una cultura “muy machista”, donde solo el 19% son directoras. “Cuando las mujeres queremos hacer algo diferente no tenemos credibilidad”, lamenta. Sin embargo, ese obstáculo supone un acicate para ella. “Me gusta probar las cosas que la gente dice que no son posibles, si es imposible, yo lo quiero hacer”.

La película, que tiene un amplio recorrido en festivales de prestigio como los de Berlín, Guadalajara, Vancouver o Edimburgo, cuenta con Bárbara Colen, Allan Jacinto Santana y Eucir de Souza como protagonistas. La cinta se sumerge en la vida de la joven Fernanda, que ha de enfrentarse a los secretos de su pasado en el pueblo de Goiás, en la frontera entre lo real y lo fantástico, los tiempos de la colonia y la modernidad abrumadora del negocio de la agricultura. Tras la muerte de su madre adoptiva, Fernanda regresa a casa de su tío adinerado para reclamar su historia y dejar aflorar la dolorosa verdad sobre su origen.

La otra película a concurso la presentaba hoy Abner Benaim, que desembarca en el Festival de Huelva con ‘Plaza Catedral’ (Panamá, México, Colombia, 2021), una historia de amistad y reencuentros que llega con el aval de haber sido una de las 15 finalistas para el Oscar 2022 a Mejor Película Internacional, por primera vez en la historia del cine panameño.

El cineasta estuvo presente en el Festival en 2019 y no había podido repetir hasta ahora.  Asegura que con esta película quería mostrar “hasta dónde llegaríamos por ayudar a un extraño”, un tema importante para él, “buscar esa barrera y ver dónde se puede romper”. En ‘Plaza Catedral’, Benaim muestra lo “que pasa cuando dos personas a pesar de sus diferencias se conectan”.

Otro tema muy importante que ha querido reflejar es la violencia juvenil que vive Latinoamérica, algo que “todo el mundo sabe que existe, pero que muchos deciden no ver”. El cineasta panameño quería demostrar que “es responsabilidad de todos”, hay que “entender qué está pasando y tomar acción”.

Protagonizada por Ilse Salas y Fernando Xavier de Casta, la cinta ha obtenido importantes galardones en su paso por festivales internacionales como los de Panamá, Guadalajara y Miami. Cuenta la historia de Alicia, que tenía «una vida perfecta» y la perdió cuando su hijo de seis años murió en un accidente. Su dolor está plagado de culpa, una culpa que la ha hecho desvincularse de la sociedad, de la vida matrimonial y de sí misma. Alicia vive en el Casco Antiguo. Allí conoce a Chief, niño callejero que se dedica a cuidar carros. Una noche, Chief llega al apartamento de Alicia sangrando por una herida de bala y le ruega que lo deje entrar.

La muestra de Talento Andaluz la puso hoy Juan Miguel del Castillo, galardonado con el Premio Luz en esta 48 edición del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano que compite por el Premio Juan Ramón Jiménez de la sección Talento Andaluz con el largometraje ‘La maniobra de la tortuga’, que ha presentado este lunes en la Casa Colón, junto al actor Gerardo de Pablos.

Del Castillo admite que decidió llevar a la gran pantalla la adaptación de la novela de Benito Olmo por varios factores, pero principalmente porque la temática le atrapó cuando leyó la novela “además de que la historia transcurría en la ciudad de Cádiz, que es un plato cinematográfico que está desaprovechado”. Se trata de un thriller policiaco, pero “el telón de fondo es la violencia machista, la parte más social de la película. Me interesó como autor, esto había que contarlo cuando leí la novela”, aclara.

Por su parte, De Pablos ha explicado que le interesó mucho el tema y cuando supo que era para Juan Miguel “fue como un sueño cumplido”. Afirma que la película “te tiene en tensión y pegado a la pantalla”, pero también está la huella de Juan Miguel Del Castillo, “está ese trasfondo social y tan importante”.

‘La maniobra de la tortuga’ es el segundo largometraje de ficción de Juan Miguel del Castillo, tras la multipremiada ‘Techo y comida’ (2016), que consiguió más de 30 galardones y tres nominaciones a los Goya con una historia sobre el drama de los desahucios. Con ‘La maniobra de la tortuga’, protagonizada por Natalia de Molina, Del Castillo vuelve a su cine social y con mensaje centrado en esta ocasión en la violencia machista.

La trama de ‘La maniobra de la tortuga’ arranca cuando el inspector Manuel Bianque se ve forzado a aceptar un traslado a la comisaría de Cádiz. Su tranquilidad inicial se verá rota por el hallazgo del cadáver de una joven que le recordará un pasado que le atormenta. Pese a la oposición de sus superiores, Bianque emprenderá una cruzada solitaria para atrapar al culpable, siguiendo unas evidencias que podrían ser fruto de su imaginación. Su vecina, una frágil enfermera acosada por su expareja, parece ser la única persona que está de su lado.