Saltar al contenido
Home » Noticias » A gusto ‘Drogas’, muy a gusto

A gusto ‘Drogas’, muy a gusto

Fotografía: Clara Carrasco

‘No mires para otro lado, no mires para otro lado, presta atención que vamos a salir, presta atención que salimos por aquí’… Una risa fantasmal resonó por el escenario… por qué esperar una señal… guitarras retumban, gritos… ‘El Drogas’, y su leyenda, ya están en el Gran Teatro de Huelva.

No es que no aguantaran en sus asientos ni un segundo, es que el público no llegó ni a sentarse, sabían a lo que venían y no iban a perderse nada. Todos de pie, ocupando los pasillos, dando botes, bailando. Llenazo.

No hay que animarlos, ni decirles arriba las palmas, ni que son un gran público. Nada de que no graben con sus móviles, ni que guarden silencio que el espectáculo va a comenzar. Mejor que no pongan orden. Lo de anoche era otra cosa. Si nunca han ido a un concierto de Rock Duro, no se pierdan el siguiente. Ante todo, es una experiencia. Y lo saben los miles de seguidores de Barricada.

No hubo ni un respiro, ni falta que hacía. Cuatro canciones seguidas a un ritmo frenético. “A gusto”, expresó Enrique Villarreal, ‘El Drogas’. No dijo nada más. Y otras cuatro canciones más sin freno, sin discursos ni presentaciones. Se sabe a lo que se ha venido… mientras disfrutan con ‘No sé qué hacer contigo’, de Barricada.

Muchas, muchas camisetas negras, barbas, pañuelos en la cabeza, chaquetas de cuero… Lo seguirán mientras esté en el escenario. Ya en el exterior del Gran Teatro, en los bares, se sabía que era una noche distinta. Ritual de encuentro antes del concierto. Expectación, va a ser una gran noche. Y lo fue. Suena ‘Bahía de Paisaia’ de Barricada.

No se puede dar más sobre un escenario. Suenan ‘Deja que esto no acabe nunca’ y ‘Víctima’. No es que el concierto vaya llegando a su punto álgido, es que empezó arriba y de ahí no se bajó. Media canción sin cantar. Es momento del público.

Hay nuevas generaciones que no conocen lo que fueron estas personas ya entradas en años y la que liaban (y la siguen liando) allá donde van. No saben de lo que son capaces. De aquellos rituales de conciertos, de camisetas de tu grupo, de meses esperando a que saliera el nuevo disco.

De aquella irreverencia y vivir a tu aire, sin normas.

“Ya era hora de venirse por aquí. Se podía haber hecho un acústico y aprovechar, ya que estás en un sitio mágico pero, qué coño, es igual, métele”.

A gusto ‘Drogas’, muy a gusto.